Este pasado fin de semana, Pascua de nuestro señor, no el vecino, si no de el señor de tradición cristiana que da nombre a dicha religión, el chuchismo, estuve con unos amigos en el Freakland festival de Ponferrada, donse además de pasarlo bien en los conciertos de dicho festival, pudimos buscar hueco para embotillarnos. En un local de cuyo nombre no puedo acordarme en el cercano pueblo de Molinaseca (muy pintoresco, por cierto). En frente de uno de los restaurantes, pero de esos nuevos que no son típicos de verdad hay, ni más ni menos, que una estatua dedicada al botillo, que igual podría haber sido dedicada al la profesión cardiovascular, si no fuera por el cordonzuelo que en el objeto real que representa sirve para evitar el desparrame del contenido en su preparación.
4 comentarios:
jajajaja, compruebo que fue una amor correspondido, ¡felicidades!
¡pedazo botillo!!
La tarjeta viajera vuelve a casa, decidieron que estaba terminada, pasa a verla si quieres:
http://colectivosatelite.blogspot.com/search/label/tarjeta%20viajera%2028
Cuenta, cuenta... el botillo te fue infiel he hicimos un manás atruá!
Todavía huelo su aroma a pimentón, qué dulce.
¡Que bonito!¡Creo que voy a llorar!
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