13 de octubre de 2023

Henry, el bueno

Henry, el bueno
Un cuento triste

El bueno de Henry. Así le llamaban en Villachica, su pequeño pueblo trufado de granjas. Era un joven guapo y sano, bien parecido, a punto de entrar en la plena adultez.
–Henry, –dijo su madre– toma dinero y marcha a la tienda de cómics y compra un regalo para el cumpleaños de Michael, que te tiene en un pedestal y, de paso, date un capricho por todo lo que me ayudas en casa.
–Enga, –dijo Henry– pero no quiero nada para mi.
Montó en su vieja bicicleta, reconstruída por él mismo, y se encaminó a la cercana población de Villamediana, donde se encontraba el establecimiento. Parecía un Adonis moderno subido en su máquina de pedales, que manejaba con ímpetu. Semblante luminoso, facciones olímpicas.
–Adios, Henry –le decían.
–Adios, muy buenas –les respondía.
Durante su viaje, frenó su marcha para ayudar a una anciana a subir la compra al piso.
–Gracias, Henry, algún día serás el gobernador y ayudarás a recuperar este pueblo del control de Richard Mattheus.
–Muy amable, señora. Dios proveerá. –dijo Henry con cierto poso de rencor que, en un instante, pasó de nuevo a su habitual bonhomía en cuanto reanudó su camino.
Siguiendo la marcha, ayudó a un niño a salvarse de unos acosadores.
En otro momento, frenó su camino para echar una mano a una familia de patos a cruzar la carretera. También ayudó a cambiar la rueda de un coche lleno de obreros explotados que venían de la sucia fabrica de Richard Mattheus. Más tarde, entró sin miedo en un inmueble envuelto en llamas, alarmado por una petición de ayuda, y rescató a un grupo de cachorrillos.
Al fin, llegó a la tienda de cómics y, de tanto que quería a su hermano, gastó, no sólo la cantidad asignada por su madre, si no su propia paga en unos flamantes volúmenes.
–Michael merece cualquier cosa que le ayude a soportar su larga enfermedad –pensó.
Al salir de la tienda y montar para volver a su casa, un lujoso automóvil negro con demasiada velocidad, impactó contra la bicicleta, saliendo el cuerpo de Henry despedido gran cantidad de metros, chocando sobre el bordillo y quedando inerte sobre la acera. De la ventanilla semibajada se pudo distinguir la silueta de Richard Mattheus con una total falta de expresión sobre lo que acababa de acontecer. El coche reanudó su paso como si nada hubiera ocurrido, como si no hubiera pasado nada. Nadie se acercó a ayudar al maltrecho cuerpo de Henry. Nadie denunció el hecho. Solo un párrafo comentó una incidencia con un ciclista en la cuarta página de sucesos.
Tres días más tarde, su madre recitó una de las más maravillosas y sentidas poesías jamás escuchadas. Lástima que no se hubiera presentado nadie en el funeral de Henry.



Este texto surge de una actividad creativo-literaria dirigida por Primo a partir de unos cuantos parámetros y referencias intercambiadas entre los asistentes a dicha actividad.


Los parámetros de donde surgen:

Estilo literario: Poesía

Objeto: Bicicleta

Frase de conversación: Ve a la tienda de cómics y compra ahí el regalo.

Personaje paradigmático: “El bueno” es la persona que siempre está dispuesta a ayudar sin esperar nada a cambio. Es empático y amable, y le resulta fácil entrar en conversación; con don de gentes.

Descripción escrita, con el estilo literario comentado antes,  de la primera imagen al dar la lupa en IG (fue una foto de Henry Cavill, foto múltiple de su cara con gráficos de medidas):

Sus perfectas facciones, transmiten emociones.
Tristeza, rencor, alegría, vaya pedazo fantasía.
Destinado a ser el elegido, viene de un mundo desconocido.

Destinado a vencer el mal, no es Batman, es Supermán.


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